miércoles, 29 de junio de 2016

Desea que su amada estuviera muerta


Si tan solo yacieras fría y muerta,
la luz palideciendo en el oeste,
vendrías inclinando la cabeza,
y yo pondría la mía en tu pecho;
tú me susurrarías cosas tiernas,
perdonándome, porque estabas muerta;
no te alzarías, yéndote de prisa,
libre como los pájaros salvajes;
tu pelo envolvería, recogido,
la luna, el sol y las estrellas.
Quisiera, amada mía, que yacieras
bajo las hojas de acedera sobre el suelo
mientras una a una las estrellas palidecen.


de El viento entre los juncos
William Butler Yeats



viernes, 24 de junio de 2016

Soñando con la muerte, de William Butler Yeats

Soñé que había muerto en tierra extraña
lejos de cualquier mano amiga;
y habían clavado
los tablones sobre su rostro,
los campesinos de allí,
atónitos de dejarla en aquella soledad
y elevaron su túmulo
una cruz que habían hecho con dos trozo de madera,
y alrededor de los cipreses;
y la abandonaron a las estrellas indiferentes del cielo
hasta que yo grabé estas palabras:
 
Fue más hermosa que tu primer amor,
pero ahora yace en su ataúd.







de La Rosa

William Butler Yeats

Traducción de Antonio Rivera Tavarillo
Foto de Authentic Fauxhemian 

Sobre el autor: La poesía tiene algo de oculto y él, buscando la iluminación, la encontró.


También puedes escuchar la lectura del poema:



viernes, 17 de junio de 2016

Resucitaciones



Quiero resucitar un libro, en el sentido más estricto del término. Sin saber si es posible, es necesario. Se trata de Vie et Survie du vampire, escrito por Léo Malet, no el de las novelas de detectives sino el Léo Malet que escribía poemas y salía con surrealistas, e ilustrado por Víctor Brauner, el consolidado, el sin ojo que veía más que todos porque era un profeta, un mito en vida.


Resucitarán sus páginas en mi librería, sus líneas e ilustraciones para conocer el método, porque el único método que conozco es el de Baudelaire y sinceramente no creo que unos besos erguirán unas cenizas. Esa poesía-método, esa ilustración-convocatoria me resulta estrictamente necesaria para la resucitación, la que viene después.


Portada con una publicación de la época, 1961





Hipergénesis de la reaparición, Víctor Brauner, 1932 



El vampiro

Tú que, como una cuchillada,
En mi corazón doliente has entrado;
Tú que, fuerte como un tropel
De demonios, llegas, loca y adornada,


De mi espíritu humillado
Haces tu lecho y tu imperio,
—Infame a quien estoy ligado,
Como el forzado a la cadena,

 
Como al juego el jugador empedernido,
Como a la botella el borracho,
Como a los gusanos la carroña,
— ¡Maldita, maldita seas!


He implorado a la espada rápida
La conquista de mi libertad,
Y he dicho al veneno pérfido
Que socorriera mi cobardía.


¡Ah! El veneno y la espada
Me han desdeñado y me han dicho:
"Tú no eres digno de que te arranquen
De tu esclavitud maldita,

 
¡Imbécil! — de su imperio
Si nuestros esfuerzos te libraran,
Tus besos resucitarían
El cadáver de tu vampiro!"

de Charles Baudelaire, Las flores del mal 

Música para vampiros de ciudades abandonadas



Esto es un ejercicio que rescaté de otro espacio, una serie que estoy trabajando pero que aun no tiene forma definida.

Ella es una vampiresa que quiere introducirse en en el mundo de la escritura, pero sin hacer inmersión, así que contrata a otro escritor que lo haga por ella, un "ghostwriter".

Y en algún momento dijo algo así:

...sonaba la banda sonora de Only Lovers Left Alive. Su exposición concluyó en que ese rock nostálgico y psicodélicolo viene bien para escribir sobre lo siguiente:



  •      poemas sobre amores suicidas (sin aportar ejemplos claros)


  •     ejercicios literarios que impliquen arrancar páginas (casi todos*)


  •     relatos sobre personajes cuya acción no llega a nada (y sin embargo ese nada ya es algo)



Como es evidente algo tuvo que ver la película. Me inspiró la bohemia marginalidad de estos vampiros y la biblioteca portátil de Eva; los vinilos y guitarras de Adam y la música que evoca la ciudad abandonada. ¿Ya la han visto?

En cuanto a la serie, continuará...



jueves, 28 de abril de 2016

El vuelo del cisne



Engarzado en la noche el lago de tu alma,
Diríase una tela de cristal y de calma
Tramada por las grandes arañas del desvelo

Nata de agua lustral en vaso de alabastros;
Espejo de pureza que abrillantas los astros
Y reflejas la sima de la Vida en un cielo!…

 

Yo soy el cisne errante de los sangrientos rastros,
Voy manchando los lagos y remontando el vuelo.


Delmira Agustini



Tuércele el cuello al cisne de engañoso plumaje
que da su nota blanca al azul de la fuente;
él pasea su gracia no más, pero no siente
el alma de las cosas ni la voz del paisaje.

 

Huye de toda forma y de todo lenguaje
que no vayan acordes con el ritmo latente
de la vida profunda. . .y adora intensamente
la vida, y que la vida comprenda tu homenaje.

 

Mira al sapiente búho cómo tiende las alas
desde el Olimpo, deja el regazo de Palas
y posa en aquel árbol el vuelo taciturno. . .

 

El no tiene la gracia del cisne, mas su inquieta
pupila, que se clava en al sombra, interpreta
el misterioso libro del silencio nocturno.


Enrique González Martínez



Fotografía de Arno Rafael Minkkinen

 

Cuellos rotos de cisnes


Ella no esperó ser un cadáver como ese ser espectral del que hablo en mi poemario, ella tenía mucho de si misma dentro, tanto que terminó disociándose, y creciendo, tanto que se le fue de las manos. A unas, la libertad de movimiento supera la inercia de la muerte, a otras el deseo de superarse a si misma les lleva a ella.
En cualquier caso, la danza continua...



jueves, 14 de abril de 2016

Crónica espectral #2: Ruinas do Carmo


Siempre que viajo procuro visitar cementerios, porque la parte “muerta” del lugar también es cultura viva y ver cómo la gente entierra a sus muertos a lo largo del tiempo te da una idea de cómo son ellos. Esta vez sabía que no tendría mucho tiempo para escaparme al cementerio, además la lluvia continua lo estaba destinando a la lista de imposibles desde primera hora. Lo olvidé.


Mi lista de museos por visitar incluía las ruinas de un convento medieval, que queda situado en el mismo barrio donde me estaba quedando. Una de las cosas que más llamó  mi atención es que aseguraba albergar una momia egipcia y dada mi fascinación con este mundo tenía que verla, sí o sí. Cuando entré descubrí para mi asombro que era un cementerio en toda regla y con muchos siglos de antigüedad. Quizás la momia era fallecido más notorio, pero allí descansaban los restos de mucha más gente.


Un poco de historia

El Convento de la Orden del Carmen de Lisboa fue fundado por Nuno Álvares Pereira, militar y religioso, en 1389. El edificio es la prueba viva más notable del gran terremoto que asoló a Lisboa en 1755. La tumba de su fundador y sus restos descansan allí. Fueron descubiertos en 1864, un año después de que Joaquim Possidónio da Silva fundase la actual Asociación de Arquéologos Portugueses. Se decidió que ese lugar albergara antiguas piezas de otros museos en ruinas. En 1756 se iniciaron unas obras de reconstrucción del convento que quedaron detenidas para siempre en 1834 por la extinción de las órdenes religiosas en Portugal. Cuando se baja del elevador de San Justa se aprecia una puerta con flores de lis: se trata de la porta real, era la puerta que conectaba con el Palacio de Avis, ya desaparecido.


Muertos y lápidas famosas

Los sarcófagos más bonitos en el inventario de museo son, probablemente, el de Don Fernando I (s. XIV) y el monumento funerario de Doña María de Austria (s. XVII). También albergan un fragmento de un friso del período romano, el sarcófago de las musas. Sin embargo lo que más llama la atención son las momias, de ambos lados del Atlántico. En urnas de cristal conservan y exponen la momia de un joven y una joven de Perú, del s. XVI. Sorprendente ver el buen estado de los dientes del ejemplar masculina  y más aún la extraordinaria conservación de la larga melena del ejemplar femenino. Luego, la estrella de la colección, la momia egipcia con su sarcófago medio roto a través del que se puede ver parte de los pies, que data de entre los siglos VI y II a.C. y que no tiene dinastía reconocida. Me queda la duda de  cómo llegarían estos objetos allí, pero no ofrecen mucha más información y no encontré mucho más en internet.


Así que al final encontré algo más que un cementerio. Y paró la lluvia; al final, ese día brilló el sol, quizás para dibujar las sombras de los arcos que quedan de pie en las ruinas del convento, para permitirme ver con claridad a sus moradores permanentes.




viernes, 1 de abril de 2016

Cromolitografía, de Mircea Cartarescu


qué silencio, sólo carriles de tren
estrechándose como el ojo que apunta.
dios corrige a la mujer en prueba de imprenta
la maqueta de su mundo recibió el IIIer premio
en el concurso de arquitectura.
hace un frío verde, un flash resplandece,
los ojos de oro de los canales se abren
en el segundo habla una rata de laboratorio
acerca de su memoria laberíntica
el timbre aulla por encima de esta pelota de ping-pong
del cadillac negro sale la vedette envuelta en pieles.
la publicidad es el alma. 
hace frío. la carne cuelga de los huesos
como las hojas de una enciclopedia. en la que miraremos la página
de las banderas nacionales,
la página de las condecoraciones.
qué silencio, sólo carriles de tren
se estrechan como el ojo que apunta.
la nieve verde se saca de la manga pañuelos, pañuelos.
sobre el asfalto una foto en blanco y negro hecha pedazos.


________

Mircea Cartarescu es, seguramente, la voz más notoria y notable de las letras rumanas de la actualidad. Y sus libros, tanto de poesía como de narrativa, son pura psicodelia. Un viaje de altos riesgos garantizado.

Fotografía de Patrick Tomasso

 

jueves, 17 de marzo de 2016

Igor Kalenech, dos poemas


De Por este lado de la lluvia

en el enorme acuario
nadan criaturas espectrales
oscilan en silencio las algas
formándose el substrato sobre los esqueletos
de barcos antiguamente hundidos
y entre sus restos la más reciente
endeble arca de Noé

pegamos los ojos al cristal
de este enorme acuario
al cual llaman calle o parque público
que se denomina tranvía o tulipán
que lleva el nombre de un monumento arquitectónico
nuestra arca sumergida




De Retorno desde las paredes

necrópolis
transportada desde los blancos glaciares

necrópolis
transportada desde los sótanos ejecutorios

necrópolis
transportada desde más allá de los mares de la nostalgia

es posible que aceptes
la cruciforme ascención
debajo de tu dorado techo

la pared supurante
las fustigantes poesías


Igor Kalenech, Ucrania, 1939
Fotografía de Andreas Franke

miércoles, 9 de marzo de 2016

Ahora no tienes, corazón, el vuelo...



Ahora no tienes, corazón, el vuelo
que te llevaba a las más altas cumbres.

Lates, reptante, entre las hojas secas
del amarillo otoño.

¿Y hasta cuándo en la secreta larva de ti?

¿ Volverás a nacer en la mañana,
a respirar la frialdad del aire
donde hay un pájaro?
                                   ¿Lo oyes?

Canta arriba, en las cimas,
como tú, como entonces.

Tú eres sólo latir cobijado en lo oscuro.

Al pájaro que fuiste dedicas este canto. 



José Ángel Valente
El vuelo